jueves, 10 de marzo de 2011

POR UN DIA DE LA MUJER QUE NO EXISTIRIA SIN MUCHOS HOMBRES




UN TIEMPO A LA VEZ

-por todos aquellos que sin compartir trapecio saltamos a veces sin red-


Buscar que la vida sea coherente con nosotros es buscar la aguja en el pajar, es saber que quienes encuentran se destierran, pero sin tortuosidad ni misticismo, ni lógica ni neurolinguistica: los tiempos de cada uno son por lo menos un par de veces saltar sin red para buscar otra aguja y otro pajar...

Dicen que veinte años no es nada (o por lo menos eso rezaron los tangueros, apasionados y desvirtuados amantes de un infinito con demasiadas estrellas)...

Veinte años son “muchos años” decía mi abuela, y tenía razón, quizás por ello este extraño mundo en el que el tiempo es un dictador donde las propias ausencias son un contrato a ciegas, que se convierten en sucesión de periodos con cláusulas permanentes...,...

En una semana “celebramos” el día de la mujer (HÁGAME USTED EL FAVOR!) y yo que insisto en remarcar que es "conmemorar" pues mi mentor Menéndez me hizo inscribir en mi memoria una investigación que por los ochentas, a falta de internet me llevo a deambular por centros de información y bibliotecas...

¿quién lo iba decir, yo viví para contarlo?

Viví para ver lo que mi abuela dijo tanto en una infancia, que ella ya no vio, pero que tuvo a bien heredar: la expectativa...

El no celebrar no significa que tengo menos interes, sí, conmemoro, ya que pasó la letanía mediática; y en mi propio terreno hombres y mujeres que han cambiado desde dentro para tratar de injerir en lo externo; felicidades por no morir en el intento; por continuar reviviendo cada vez que es necesario...

Finalmente yo viví para poder contarlo, claro a mis cuarenta y cacho; vivo un tiempo a la vez, aunque en ese parezca atrapada en mi propia caída libre...

Pero de cada trazo hay una imagen que se queda y en sigilo se venera...

Dicen los oráculos que tenemos todo destinos: ¿Pero que alguien niegue que del camino son las brechas lo que nos ha instruido para derruirnos y hacernos participes de la infinita capacidad de la regeneración celular que tiene el pensamiento?