sábado, 2 de octubre de 2010

CUENTO: "¿RECUERDAS?"



Hace por lo menos diez años, salí de bañarme y empecé a notar la celulitis que irremediablemente corretea nuestras carnosidades..., me quede pensando en la impronta de lo efímero y entró una llamada, a esa circunstancia le debo parte del crédito, aunque no diré de quien se trataba ... pues el personaje en cuestión lo sabe.

MAS HISTORIA... MAS CREDITOS.... “PUNTO Y COMA”
Hace unas semanas tuve el gusto de platicar con Doña Susana Alexander, nuestra maravillosa primera actriz que ahora tiene en cartelera la obra de “Como envejecer con Gracia”, y recordé una anecdota -como cada vez que la veo le pregunto, si nunca repondrá aquella “Punto y Coma”, magistral pieza de un demandante enloquecedor para la actriz, pero que tenia por remate un desnudo que quedaba flotando unos segundos y desaparecía-, la anecdota de esa obra es preciosa:
Doña Susana como tiene a bien cada vez que sube al escenario, nos robó el aliento a muchos; otros, sin embargo, bastante idiotas, se atrevieron a desafiar con un argumento de baratija: “¿Porque Susana no se había desnudado cando era joven y tenia un cuerpazo para hacerlo?”. (HAGAME USTED EL FAVOR!)
Con la entereza de ser quien es, ella respondía sin reparos y con buen humor...
Para mi egoteca puedo guardarme una respuesta que tiene que ver directamente con ello: un día que me quejaba de la cirugía de mi segunda cesárea y que ya no era la misma –yo-, Doña Susa con su tono siempre de celebración a la vida me dijo: “Hija, ¡presuma sus estrías, sus cicatrices y sus celulitis! En ellas se pueden leer todas las batallas que ha luchado, y que evidentemente ha ganado...”

.... Carnal como he decido ser, la lujuria me pareció el principal motor para tratar de imaginar que el futuro de mis ansias, cuando el sexo, al quitarse la ropa, ya no sea un ritual sino una conjetura... este cuento es la respuesta....¡ o claro, eso espero!


------------ , ------------

¿ RECUERDAS ?

Setenta y cinco años, setenta y cinco años ...

Si no cabe duda de que debería ya haber una forma de detener el tiempo para que la vejez no se nos note..., además de todas las cremas y menjurjes que te garantizan la perpetuidad, -pero que nunca aclaran que la garantía no tiene perpetuidad y el único posible reclamo es la pérdida total-

¡Hasta la calidad es cuestión de tiempo, todo, en el fondo y en la superficie, es cuestión de tiempos!

.... Tanto estar al tanto, cuidar estrías, y celulitis. Fajas frías, vendas calientes. Masajes, hidroterapias. Gimnasio tres veces a la semana; - sonrió irónica-: ¡Lo único que hace la diferencia es que no se me ha colgado todo de la manera que debió colgarse si no hubiera hecho nada!

Esta imagen en el espejo es mía, soy yo, la misma, la que se encontró con sus verdades y mentiras dentro de esta piel que ya no quiere que la vea con mirada de desilusión.

Soy como pude llegar a ser, y no debería de quejarme. Al fin esto no es más que el estuche, el cascaron; y el huevo adentro ya ha dado varios frutos de donde salieron mariposas de distintos colores.

Pero no. No me conformo y nunca lo he intentado, o talvez sí, lo intenté. De verdad que si lo intenté; dos maridos, hijos. Un título sin título de esposa joven, presentable, lozana y fresca, pero sobre todo; conforme.

Hasta que un día se acabó el amor: La pasión perdió color por ser algo que parecía más un cuento de la Tellado.

Después pagar la cuota fue lo de menos: desesperada y neurótica -pero siempre creativa-, por gracia de Dios y de todos los santos:

Creativa y dueña de su propia esclavitud, sin restricciones, a solas.

Necia y caprichuda -como la anciana que mira desde el espejo-, tan necia que no se viste hasta que acepte que el tiempo ha pasado y ese cuerpo es sinónimo de las batallas; perdidas o ganadas, pero siempre enfrentadas.

Caprichosa, si. Apasionada, sí.
¡E Irónica!, sobre todo. Como aquella vez que alguien en una plática informal recitó los Pecados Capitales, mientras ella respondía con gusto: “Codicia, no. Avaricia, tampoco. Gula, ni pensarlo. Soberbia, un poco pero no lo suficiente...; y ¿Lujuria?, Uuy, ¡ahí si ya valió madres¡”

(Al fin no hay nada mejor que conocerse a si mismo; lo siguiente es escoger si quieres o no que los demás lo sepan: Con esa frágil seguridad con la que se re crea uno a uno mismo diariamente: estar con la gente que uno elige te permite manejar mas o menos la manera en que quieres que te interpreten)

“Talvez si, talvez no; pero después de todo, también tengo que reconocer que ya es un poco tarde para preocuparme por eso...;... para cambiar supongo...”

.... , ...

¡Me está dando frío!
... Setenta y cinco años, con muy buena condición física; pero tampoco es para estarse oreando en pleno Invierno...

-¿Dónde está la bata?
---------
¿ Quien será?-
---------
¡A la chingada!...
.... quien sea que vuelva a llamar mañana...,
Hoy es un día en que me reservo los diálogos para escribirlos; no para hablarlos.... Con nadie ...

----------
¿ Séptima llamada?
A alguien le urge.
¡Mientras no sea el chamaco nuevo de la producción editorial!
Porque con toda la ternura lo mando a buscar a la más vieja de su familia (mientras no me vaya a salir que soy yo) ...

----------
Mmmm;
¡Esta bien, ya contesto!-

----------
- ¿ Si? –
- ¿No cambias verdad? –
- Ya estoy muy vieja para cambiar: ¿QUIEN habla? –
- Te he marcado seis veces...-
- Siete, para ser exactos ...¿ con-quien-tengo-el-gusto? –

- No de verdad no cambias –
- De pronto se me subió el calor a la cabeza ..., .... ¿cariño? –

- Sí, y confirmo lo dicho: no cambias...-


- Si reaccionas al apelativo de “cariño”, supongo que tú tampoco has cambiado gran cosa, porque sabes que lo uso cada vez que me quedo en la pendeja...–

- Te equivocas, solo en un tipo de cambio: me estoy muriendo –

- ¿Por qué?, ¿las chavitas te están acabando? –
- No es broma, me estoy muriendo...-

- Vete al diablo, c-a-r-i-ñ-o-

- La verdad estoy esperando que atienda mi petición de audiencia, porque sabes como odio hacer fila-

- A ver pues, te estás muriendo.... ¿Y digo, se puede saber de qué?...;... nada más deja me siento, no sea que me digas que de SIDA; y que esta resulta ser una llamada de cortesía y buena voluntad-


- No amor ...;... de cáncer –
- Perdón cariño. Lamento mucho oír eso, pero igual déjame sentarme; ¿puedo hacer algo? –

- De hecho si mamita ...-
- Lo que sea, cariño; está bien –
- Ya veremos... ¿recuerdas aquella vez que fuimos a un bar de la ...-

- Oye, tengo setenta y cinco años; y un amante alemán que se me olvida como se llama, pero se apellida Halzmeir ...-

- Y yo tengo diez años más mamita ...-
- Si pero comprenderás que está un poco cabrón que me acuerde de toooodo lo que hicimos en esa época.
Al final hace treinta años, y la verdad, de lo que me acuerdo es de lo que realmente vale la pena ...-

- Esto lo vas a recordar ...-
- De acuerdo, espérame, me acomodo bien en el sillón y saco el cinturón de seguridad para emprender el viaje a Dinosaurica;..., ya, dale pues –

- Fuimos a ese bar después de ver una obra de Teatro, no fuimos solos-
- Nunca andamos solos, con esa fijación que teníamos por arrear al “corum” –

- Toda tu vida interrumpiendo...-
- Si, pero te encantaba ...-
- La verdad sí. Pero bueno, el caso es que esa noche me hiciste una promesa-
- ¿En público?
- ¡Hay mami!, ¡tu siempre adoraste hacer todo en público! ...-
- C-a-s-i ; todo, claro que el problema era el “casi” ...-
- Es que no había tanta tecnología: ¿Te acuerdas cuando intentamos que la fotógrafa del periódico se quedara con nosotros en un cuarto...
- ... Ah!, pero es que sabía que te la querías tirar ... y yo... quería unas fotos de eso...en fin; que bueno que no paso, seguro ahora las vería y me deprimiría...
Bueno ya, ya;... ¿aunque... que te dice que nunca filmé? –

- Ahí te concedo el privilegio de la duda. “La duda”, que siempre fue una de tus mejores armas, de seducción; ...-

- No me alburees... ¡Mira que ridículo! Ser escritora y pasar a ser recordada como golfa por uno de tus más queridos compañeros de oficio.
¡ Sólo por que los años curan las heridas!
... ¿íbamos en? .... te prometí algo: ¿qué fue cariño? –


- Nunca fuiste golfa; eso hubiera sido más fácil de manejar...-
- Aja, ¿por eso saliste corriendo de mi cama?, porque resultaba yo ¿ESPECIAL?-
- COMPLICADA... Pero vale, tienes derecho a reclamar-

- Gracias, a ver que otra se me ocurre; digo aprovechando que te estás muriendo...;.... Perdón cariño, no era mi intención...
pero al tema: ¿qué prometí entonces?-


- Que estarías ahí, pasara lo que pasara, dispuesta.
Para ir a mi lecho de muerte; y pegarme mi último brinco –

- Huy, ¡Cariño!, ¡De verdad el que no cambió mucho eres tú!...;... y SI; si recuerdo-
- ¿... Recuerdas ....? –

- Si... ¿Y? –
- Que me estoy muriendo –

- Ajá... ¿Y? –

- ¿Recuerdas como hacíamos el amor, mi reina? –
- Nunca “hicimos el amor”; era otra cosa –
- Hacíamos el amor, y lo sabes –

- Bueno, talvez, alguna vez –
- ¿No querías salir lastimada ¿verdad?. Por eso no aceptaste nunca que "hacíamos el amor"; solo nos cogimos cariño... Era más fácil decir "sexo nada más" ...-

- Para ser exactos, yo decía, que "cogíamos muy bien"; nada más –


- Pero hacíamos el amor ...-

- Ya no importa ...-


- Si prefieres-
- SI, prefiero. Hace mucho que dejó de importar...
Ahora eres, el que recuerda para que yo recuerde-

- Entonces, por favor, cumple tu promesa –


- ¿De verdad te estás muriendo? –
- Si. Ya lo verás –

- ¿ Oye ?
- ¿Hum? –
- ¿Estás consciente de que tengo 75 años, que con muchos esfuerzos nada más me veo de 70. Que se me colgó todo lo colgable, que tengo canas hasta por ahí, y que uso dentadura postiza?-

- Lo último suena bien; así no tendré que preocuparme de que me vayas a morder –
- ¡ Oye! ¡Nunca lo hice!-
- No, siempre usaste bien la boca –
- ¿... Gracias...? –
- Las que haces–

- No creo, o mejor dicho ¡NO SE!... Además, no se dice “haces” se dice “hacías” –


- ...Por favor, mamita, mi reina: si recuerdas tu promesa, cúmplela, ya –
---------- ,

- ¿Crees morirte hoy o puedes esperar para mañana?
Tengo que escribir un par de cosas y la verdad; también tengo que hacerme a la idea ...-

- ¿ Prometes que lo recordarás? –
- Hace años que dejé de prometer; pero igual, tienes derecho de antigüedad: lo prometo –

- Hasta mañana entonces. Vivo donde siempre... –

..... TIC, TAC, TICTAC ....

“Que horror, toda la tarde tratando de evadir pensamientos de recuerdo.
No me pasaba desde que tenía 33 años y me acosté con este hombre, y por un poquito caigo perdidamente enamorada de él, dicho sea de paso: ¡lanchero infame que remaba como Dios Griego!.
... Claro que hubo amor; era un personaje en la extensión de la palabra: galán, encantador, tierno, lujurioso...; un profesional, como le gustaba jactarse conmigo, y era conmigo porque fui la única que le aguanté el ritmo de viejas que entraban y salían de nuestras vidas; viejas y viejos..., para ser honestos.

Pero bueno, si, esta bien, recuerdo mi promesa, aunque no sé para qué.
Hoy no soy ni la sombra de lo que fui, y supongo que él tampoco; con eso de que le daba una flojera terrible hacer ejercicio....

Aunque lo bueno del sexo cuando rebasas los 50 es que descubres que poco tiene que ver con lo que pase de la cintura para abajo pues Eros declara territorio conquistable el resto del cuerpo...

Pero.... aun así:
¿Estará tan jodido como creo?
¿O la jodida seré yo?”

.........TIC, TIC, TIC, TACA, TACA, TIC TAC…

- ¿... Estas bien ? –
- Ya se me había olvidado que siempre preguntas eso al final ...-

- Preguntaba ..., tiempo pasado ...-
- El pasado, ¿siempre es mejor el pasado? –
- Talvez, ayer hubiera firmado que sí, hoy no estoy tan segura –

- Mamita, divagar ciertamente es lo mejor que has hecho siempre. Claro además de apasionarte: divagar, describir y escribir; aunque tus palabras queden firmadas en el aire... –
- Tenías que decirlo ...-
- Si claro: Hacer el amor es algo que siempre se te dio con una naturalidad que nunca terminé de descifrar; pero bueno, en ese frágil equilibrio entre mente y cuerpo, el segundo acciona y la primera reacciona.... lo que mejor supo hacer tu mente fue escribir ...-
- ¿Y? –

- Y ... me preguntaba ¿Si fueras a escribir lo que pasó ahora?. ¿Qué escribirías mami? –

- Mmmmm, Escribiría que:
“...La vida se me quedó suspendida en el instante en que escuché de nuevo tu voz sobre mi piel...
Que los recuerdos se quitaron la ropa en una secuencia donde cada vez era mejor y nos llenaba más de las voces que se guardan en lo improbable....

Escribiría que el temor a mirarme entre tus manos, con esta carne testigo de años, y encontrar tu cuerpo, vacíos ambos de la belleza que tuvimos, eso fue una impresión a la que temí por una deuda con el destino en aras del honor...,...

Pero el cuerpo es una decoración, y en las grandes ligas, los trofeos que nos ganamos siempre tienen su lugar... ¡y los mas preciados son por trayectoria!...

Escribiré que tus gemidos resonaron igual que hace años.

Que mi lengua olvidó su torpeza y recorrió todo tu vientre hasta la última punta.
Que mi boca se queda con las humedades que tienen un sabor tan único que ni en el recuento de los años se pierde.

.... Voy a escribir que no me estorbó ninguna parte de tu piel ni de la mía.

Que mis pechos y mis nalgas por un momento perdieron la edad y se volvieron tan duras y obedientes entre tus manos...; como flácidas en realidad están.

Escribiré que te recordaba siempre bravo, y en eso no cambiaste.

Escribiré que como siempre, secuestro este encuentro, para darselo a otros personajes, y que en ello, siempre, tienes razón; hicimos el amor, siendo justos en pleno con nuestra pasión....

Y por último, voy a escribir que no me importa si de verdad tienes cáncer o si te mueres o si fue una broma de las que te encantaban:

Porque te agradezco, que preguntaras si cumplía mis promesas; para así encontrar que mi propia voz interna asegura que sin importa la edad, siempre debes estar segura de que recuerdas ...”