miércoles, 9 de febrero de 2011

MUERE EUGENIO TOUSSAINT NOMBRE Y APELLIDO DEL JAZZ MEXICANO





..Los recuerdos que no puede olvidar el tiempo...


Son casi las cuatro de la mañana. Al medio día de ayer Martes 8 de Enero el teléfono se volteaba –el celular y el de casa-: de las primeras llamadas ninguna rezó “murió el maestro”. Todas fueron muestra de la perplejidad para aquellos que nos sentimos en algún momento, por alguna causa, parte de la vida del ovacionado por periódicos: el gran pianista y compositor...

Escribir una nota sobre ello no fue ni sencillo ni difícil, fue cuestión de oficio; y lo hice.

Pero pensar en aquel con todas sus sonrisas y sus gestos de perfección, eso si ha sido otra historia....

Si el jazz en México tiene nombres y apellido esos son Eugenio, Fernando y Enrique Toussaint; hay muchos otros, sí, pilares también, a ninguno ofendería por no mencionarlo en estas líneas que no son sino mi franco intento por “reiniciar” mi cerebro.

Pero es también verdad que entre las ruinas musicales de los setentas en México hubo un semillero que a reto de tierra yerma consignó su permanencia: el grupo SACBE.

En este momento la carretera de la información ofrece muchos aspectos del hoy fallecido pianista y líder de SACBE, a nivel de funcionarios hay reconocimientos pues como personaje Eugenio rompió paradigmas y del jazz a la música clásica tuvo igual reverencia creativa que igual intensidad interpretativa.

Tristemente poco encuentro en referencia a las magnificas actuaciones de los por lo menos últimos cinco años en el Festival de la Riviera Maya, ocasión que Fernando, el hermano baterista provocó para traer a Enrique, el hermano bajista y con ello hacer subir a Eugenio al piano para que nos diera eso que para muchos era mas una experiencia mística: ¿De que hablo?. Bueno, como dije un poco mas arriba, ya hay en video lo suficiente para ver en la red y hacerse una idea de lo que solo y acompañado hacia Eugenio Toussaint.

Desde mi teclado he pasado el día dejando que en el silencio de mi recuerdo suenen los aplausos por aquel a quien cuando conocí hace casi diez años y que de origen me miro con la desconfianza propia del artista, y que a tanto yo insistir sobre la falta que le hacia a México recuperar a SACBE me dijo ya cuando había confianza: “Oye pero tú debiste tener si acaso diez años cuando ya no tocábamos”, verdad a medias, tenía unos cuantos más y vi una ultima de sus presentaciones en algún lugar perdido del Sur de la Ciudad, cuyo nombre se me escapa –por aquello de que desfragmentar el disco desde tan joven tiene sus repercusiones con el aumento de la edad-, pero en la pregunta de él estuvo siempre mi respuesta, eso que yo viví y que recuperé las noches de concierto en la Riviera, eso es lo que podía definir la inmensa aportación nacional en una época de incomprensión musical.

El personaje que era Eugenio tenia todas las aristas posibles, al fin genio en su propia disciplina...

Su muerte ha puesto de luto a muchos, eso es innegable; pero ojala ese luto tuviera reflejo en el área administrativa de la cultura de nuestra sociedad, una cada vez mas tortuosa y cansada administración de bienes inmateriales..., ojala, porque si es cierto, como dijera el maestro en su relación de los pecados capitales: “no hay peor pecado en este país que el que no se pueda vivir bien de algo que se sabe hacer”...

... Nunca he sido fan de asistir a los velorios, la penúltima vez fue el Maestro Rascon Banda y fui por respeto, por quelo quería profundamente y además, porque ya muy enfermo habíamos quedado en reunirnos a platicar y a cenar. Aquella noche, sin platica ni cena, fui a decirle, en voz bajita que una de las cosas que quería preguntarle antes de que se muriera, era que pasaría con la SOGEM cuando ya no estuviera él.

Es cierto que también fui al velorio de German Dehesa, pero las razones están explicadas en otro blog...., me gustara la idea de ir o no, tenía que hacerlo...

Sin embargo, ahora, cuando mi hijo, tras verme prender una vela en el altar de mis seres ya idos y notarme sin voluntad, me pregunta porque no voy a la funeraria; se me revuelve el pensamiento y me da acidez emocional pues un par de compañeros me han estado hablando para comentar conmigo el desfile de personalidades que se han presentado a la ocasión, y yo, me pregunto a mi misma: ¿voy y veo a Fernando y a Enrique; los hermanos? o ¿me acerco a su mamá –quien me ha visto solo dos veces- y le doy el pésame? o quizás ¿abrazaría a Cecilia aunque desde que compartimos época de rock and roll no he visto?

En el marasmo de la situación me han contado que han hecho hasta una fila para que los asistentes rindan sus respetos a la familia; mientras unos y otros platican sobre el “maestro”.

... NO; no voy, ya no fui; aunque mañana con la obsesión por la información pueda armarme una nota con cuerpo y no con viceras...,

pero en este momento lo único que se me ocurre que podría decirles es lo que escribo ahora (HÁGAME USTED EL FAVOR):

Queridos Toussaint: DE UNA U OTRA MANERA, SON CHINGADERAS QUE ALGUIEN COMO SU HERMANO EUGENIO SE MUERA, verdad de Dios; SON CHINGADERAS !!!