lunes, 5 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN MAL VIAJE I



“DIARIO…  DE UN MAL VIAJE  I”

((( Como yo ando desde hace cuatro años viviendo un mal viaje, que incluye básicamente la creación completa de mi futuro basado en lo que ha pasado. 
Y como asumí hace un par de  horas que si no doy aviso a quienes por amigos tengo en facebook, lo que escribo en este blog pasa olímpicamente ignorado; y es más un entero  vacío donde puedo tranquilamente dejar mi vomito existencial, sin reparo mayor que decir: “ es lo que se siente, lo que duele y lo que aun no tiene fecha de caducidad!” )))

Lunes 5 de Noviembre, 2012
… ha llovido toda la tarde, el dolor entre musculo y hueso se acentúa, y me da por pensar en tantos brincos y saltos –LITERALES-, en conciertos y en shows.

De entre mis muertos, decía Alejandro, cuando me miraba montar un nuevo cuadro que se disparaba en excéntricos movimientos sonoros y físicos: “¡Chiquis!...¿si no te digo?: ¡Lo que te falta ‘aca’, te sobra ‘aquí’ (LEASE: ‘lo que te falta de tetas, te sobra de sesos’).

 La gorda, mi mas amado travesti -compañero de aquel trastocar el área de mi vida cuya gracia básicamente era dejarme ser -, el/ella, que cuando se trataba de creatividad era una bomba a tiempo -que estallaba por lo menos una vez al mes-, Alejandro, alias Chelo Silva o Paquita la del Barrio no tenia reparo en inventarse salir de Úrsula y yo de la Sirenita para vapulearme en escena, o yo de ladrón y ella de Sonia López. La gorda, quien tuvo el mal gusto de morirse (IBAE) en el vuelo de regreso de su tierra, un Navidad. Uno de mis muchos muertos, tan queridos y que aun conoció al cachorro que hoy ya tiene 17 años.

Pensando en la nostalgia, mi hijo, llega de la escuela y, mientras comemos, va poniéndome canciones que escucho, y yo, le digo brincando de tema en tema, una la monte con el vestido de época dorado con perlería, esa la monte una sola vez, esa otra cuando salía el publico me miraba sin entender y luego …; y así voy llevándomela; mientras recuerdo que no puedo moverme gran cosa, mientras recuerdo que me falta una medicina, mientras pienso que mi madre me pegara dos o tres adustos comentarios pues aun no saco la cita para el área de servicio de cirugía de columna al que me han turnado…

Se me resbalan las lagrimas, es cuestión de la edad, –le digo a mi hijo-; carajo, lo que no llore en toda mi vida lo he estado llorando en los últimos tiempos, –y mi hijo sensible y cruel, como su madre, asiente con una mirada delatora para que no se me olvide que igual hasta hace poco tiempo he venido haciendo lo que se me ha dado la gana con mi vida-.

Tomando un café en la sobremesa pienso en mi vida convertida en un pretérito donde he caído tras un extraño mutis…

Pero no puedo más que volver a sonreír cínicamente conmigo misma: podría morir sin mayor problema, ¡excepto porque lo que veo ahora es demasiado maravilloso!
(Y) recuerdo que hace un par de días -en su fiesta de cumpleaños-,  vi a mi chamaco con sus amigos cantar a todo pulmón a Bon Jovi, y pensé que si fue increíble ver salir ese disco, programarlo en radio o correr a Guadalajara a verlo en vivo por primera vez en este país; el hecho es que nunca imagine que nada de eso, todo junto, seria tan maravilloso como ver a un coro de adolescentes en plena fiesta...

Mi hijo se va para su cuarto a hacer la tarea –o igual a chatear o jugar, que para el caso da igual, es su mundo; y yo disfruto que él pueda tenerlo-.
(...;...) regreso a mi computadora y me encuentro con que el buen amigo Fred Álvarez esta escribiendo fragmentos de las canciones de Leonardo Favio pues ha muerto.

(Y) mientras de HOY CORTE UNA FLOR de Favio me llevan los recuerdos sonoros hasta Palito Ortega, Heleno y Roberto Jordan, se me hacen nudo los pasajes de mi vida de infancia; se me escurren las lagrimas y pienso: “Carajo, hubiera molido a madrazos a quien hace 25 años se hubiera atrevido a presagiar:  ‘veo en tu futuro la sala de un hogar familiar donde estarás llorando escuchando FUISTE MIA UN VERANO, mientras, en una computadora, el chavo ese que te encanta, -y que dices que no mas no, pues anda rodeado de modelitos en pose de rokeras-, se convierte en el amor de tu vida”

… Hágame usted el favor!... ¡Si esto no es un mal viaje; entonces, pongo punto final y busco mis ansiolíticos! … Y eso es lo que hare: Punto.