“DIARIO… DE UN MAL VIAJE I”
((( Como yo ando
desde hace cuatro años viviendo un mal viaje, que incluye básicamente la creación
completa de mi futuro basado en lo que ha pasado.
Y como asumí hace
un par de horas que si no doy aviso a
quienes por amigos tengo en facebook, lo que escribo en este blog pasa olímpicamente
ignorado; y es más un entero vacío donde
puedo tranquilamente dejar mi vomito existencial, sin reparo mayor que decir: “
es lo que se siente, lo que duele y lo que aun no tiene fecha de caducidad!” )))
Lunes 5 de Noviembre,
2012
… ha llovido toda
la tarde, el dolor entre musculo y hueso se acentúa, y me da por pensar en
tantos brincos y saltos –LITERALES-, en conciertos y en shows.
De entre mis
muertos, decía Alejandro, cuando me miraba montar un nuevo cuadro que se
disparaba en excéntricos movimientos sonoros y físicos: “¡Chiquis!...¿si no te
digo?: ¡Lo que te falta ‘aca’, te sobra ‘aquí’ (LEASE: ‘lo que te falta de
tetas, te sobra de sesos’).
La gorda, mi mas amado travesti -compañero de
aquel trastocar el área de mi vida cuya gracia básicamente era dejarme ser -, el/ella,
que cuando se trataba de creatividad era una bomba a tiempo -que estallaba por
lo menos una vez al mes-, Alejandro, alias Chelo Silva o Paquita la del Barrio
no tenia reparo en inventarse salir de Úrsula y yo de la Sirenita para vapulearme
en escena, o yo de ladrón y ella de Sonia López. La gorda, quien tuvo el mal
gusto de morirse (IBAE) en el vuelo de regreso de su tierra, un Navidad. Uno de
mis muchos muertos, tan queridos y que aun conoció al cachorro que hoy ya tiene
17 años.
Pensando en la
nostalgia, mi hijo, llega de la escuela y, mientras comemos, va poniéndome
canciones que escucho, y yo, le digo brincando de tema en tema, una la monte
con el vestido de época dorado con perlería, esa la monte una sola vez, esa otra cuando salía el publico me miraba
sin entender y luego …; y así voy llevándomela; mientras recuerdo que no puedo
moverme gran cosa, mientras recuerdo que me falta una medicina, mientras pienso
que mi madre me pegara dos o tres adustos comentarios pues aun no saco la cita
para el área de servicio de cirugía de columna al que me han turnado…
Se me resbalan
las lagrimas, es cuestión de la edad, –le digo a mi hijo-; carajo, lo que no
llore en toda mi vida lo he estado llorando en los últimos tiempos, –y mi hijo
sensible y cruel, como su madre, asiente con una mirada delatora para que no se
me olvide que igual hasta hace poco tiempo he venido haciendo lo que se me ha
dado la gana con mi vida-.
Tomando un café en
la sobremesa pienso en mi vida convertida en un pretérito donde he caído tras
un extraño mutis…
Pero no puedo más
que volver a sonreír cínicamente conmigo misma: podría morir sin mayor problema,
¡excepto porque lo que veo ahora es demasiado maravilloso!
(Y) recuerdo que
hace un par de días -en su fiesta de cumpleaños-, vi a mi chamaco con sus amigos cantar a todo pulmón
a Bon Jovi, y pensé que si fue increíble ver salir ese disco, programarlo en
radio o correr a Guadalajara a verlo en vivo por primera vez en este país; el
hecho es que nunca imagine que nada de eso, todo junto, seria tan maravilloso
como ver a un coro de adolescentes en plena fiesta...
Mi hijo se va
para su cuarto a hacer la tarea –o igual a chatear o jugar, que para el caso da
igual, es su mundo; y yo disfruto que él pueda tenerlo-.
(...;...) regreso a mi computadora
y me encuentro con que el buen amigo Fred Álvarez esta escribiendo fragmentos
de las canciones de Leonardo Favio pues ha
muerto.
(Y) mientras de HOY CORTE UNA FLOR de
Favio me llevan los recuerdos sonoros hasta Palito Ortega, Heleno y Roberto Jordan,
se me hacen nudo los pasajes de mi vida de infancia; se me escurren las
lagrimas y pienso: “Carajo, hubiera molido a madrazos a quien hace 25 años se
hubiera atrevido a presagiar: ‘veo en tu
futuro la sala de un hogar familiar donde estarás llorando escuchando FUISTE
MIA UN VERANO, mientras, en una computadora, el chavo ese que te encanta, -y
que dices que no mas no, pues anda rodeado de modelitos en pose de rokeras-, se
convierte en el amor de tu vida”
… Hágame usted el favor!... ¡Si esto
no es un mal viaje; entonces, pongo punto final y busco mis ansiolíticos! … Y
eso es lo que hare: Punto.