… Me resisto a aceptar
que para celebrar una “independencia” tengamos que depender de la fuerza; me resisto a aceptar que sea lo correcto…
Laura Viadas
Siendo las
3:50 pm de hoy Viernes 13 de Septiembre, siguiendo la cobertura especial de
Milenio Televisión -por Internet-, mirábamos la manera en que se llevaba acabo
el desplazamiento de los maestros desde el Zócalo al Monumento a la Revolución
–lugar acordado para nueva sede-.
Las entrevistas
a dirigentes denotaban acción articulada, se armaban ya los contingentes, de buena
manera, iniciaban las columnas; con la policía siguiéndolos, en algunos caso,
incluso manifestando su actitud de cuidarles mientras caminaban…
Las cuatro
de la tarde, hora marcada por la Secretaria de Gobernación para el desalojo. A
las 4:20 -tiempo de la Ciudad de México-, entraba la fuerza publica a la
plancha del Zocalo Capitalino, y teniendo por testigos a miles que seguíamos
las imágenes, la primera escena fue la de integrantes de la policía federal
pateando una de las pocas carpas que habían quedado abandonadas; otros
elementos mas pateando las barras anaranjadas –no empujándolas, no retirándolas…
pateándolas con desdén-.
Veinte
minutos de tolerancia, porque “ya les habían dicho”, por formal que esto
resulte, muchos podríamos pensar que por 20 min.de retraso nos corren de un
trabajo o de una cita, o quizá no dejan entrar a los niños a un escuela; pero, aun
así, estamos hablando de un movimiento que estamos siguiendo a nivel nacional,
¿Por qué tanta prisa?, ¿había que limpiar el Zócalo para la fiesta del Domingo?
¿O es que los camiones de mudanza –particulares, por cierto- tenian horario y
cobrarían más si no se entraban a recoger antes de las 5? ….
Se me ocurren otras preguntas de más
sarcasmo, pero que conste, por aquello de que reclamen, les dijeron a las 4, y
hasta 20 minutos de tolerancia dieron!..... (HAGAME USTED EL… -CHINGADO- … FAVOR)
Siguiente
momento, el primer enfrentamiento franco, humo en la pantalla, y empezamos a
ver las imágenes de unos y otros, al final, los mejor armados, los protegidos
por todas las partes del cuerpo, y los demás, los que traen paliacates para taparse
la cara, los que unos dicen: “ah, es que no son ni maestros”…
Después una
cosa que parece de película: mitad camión cisterna, mitad bunker con llantas y defensa
de “tumba burros”… el agua disparándose… ¡ ah, pero estrenamos nuestra tanqueta
de agua !
… Más
enfrentamientos en otra calle, y finalmente un “encapsulamiento” –increíble, como
todos aprendemos el léxico de las estrategias de choque ¿no?-.
… Siendo
casi las 6 de la tarde, tras el cierre de la cobertura de Milenio, resuena la voz de uno de los dos conductores, el varón
en cuestión, -sin que este yo citando pues no lo grabé-, dice que esto pasa “cuando
ya se les había advertido a los maestros, que la autoridades los podían mover
de el zócalo o de cualquier parte” (¡!), que “la ciudadanía ya se había
manifestado en contra del proceder de los maestros (¡¡¡ ¿? !!!)”, que ya “no es
posible echar atrás la Reforma educativa, que ya no lo sabían”…
Y puedo aceptar
que hay hartazgo, que los bloqueos, la falta de clases en las escuelas, pero y
si también ponemos en la balanza el hartazgo de estar inmersos en una situación
social y económica cada vez mas compleja –por no llamarla infernal-, de frente
al cinismo de una clase política que hace poco por tratar de compensar el
estado de animosidad y que nos impone decisiones como si fuera para “nuestro
bien”…
Pero, no, no ... Así no pues; este
periodismo desde el exilio, hoy, es un periodismo de resistencia, una parte de
mi, esta resistencia, a que sea real, a
que estemos dando por bueno el pretexto que necesitamos el Zócalo para celebrar
el grito; me resisto a creer que “la ciudadanía” apoyemos estas formas de
manejar un conflicto….
-por mucho
que nos cague el trafico que provocan las manifestaciones-
Humildemente
confieso que ante los instantes en que se empezaron a mover los ánimos, - en ese cuadro frío de la pantalla de una
computadora-, tanto de unos como de otros; por los civiles, por los
uniformados; por todos nosotros, mis neuronas –como estoy segura, la de de
muchos- gritaron juntas “NO, por favor, no; no son modos…
A favor o en contra?
De que se paralice una ciudad con bloqueos; en
contra
A favor del uso de violencia; en contra
… Al final, no son modos, no lo son…
Y me
adelanto a la critica: “… Entonces que hubiéramos hecho; donde hubiéramos
realizado la gala del “grito de independencia”?
---- mejor
ni desperdicio golpes de letra en las muchas respuestas, desde las más
correctas hasta las mas iracundas ----
Cuando hay
que resistirse a algo:
Como leí en
un post que compartió mi querida Jacqueline Zavala…
Me resisto, definitivamente a ser cómplice
guardando silencio frente al connato de la fabricación
de un estado de crisis !
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